domingo, 26 de mayo de 2013

Resultar seleccionado en el examen de admisión de la Escuela Secundaria Técnica 31.


Recuerdo los nervios que sentía, desde que presente el examen de admisión, hasta recibir los resultados.

Los días pasaban y mi preocupación aumentaba cada vez más, la escuela secundaria que yo había elegido era una de las más saturadas en mi zona escolar.

Pensar que estaba compitiendo con miles de personas que peleaban un mismo lugar, hacia que mis días transcurrieran agonizantemente, la situación entre mis amigos de la primaria era muy parecida, todos estábamos muy nerviosos.

La mayoría de mis amigos habían pedido secundarias distintas, entre los más importantes en mi vida: Rodrigo pidió la Técnica 3; Oscar, la Diurna 240; Elizabeth, la Técnica 6; Eduardo, la Diurna 83.

Me había preparado extraordinariamente bien para el examen de admisión, pero al momento de publicar los resultados, estaba tan inseguro de mi mismo, que quería salir corriendo y no saber nada de resultados. Sin otro remedio, di mi nombre, me buscaron en lista y me dieron la respuesta tan anhelada. ¡Había salido seleccionado!

El orgullo que mi familia sentía por mí, daba un sabor de victoria, después de la angustia más larga que había vivido hasta ese momento de mi vida. Ese mismo día, mi familia celebro mi victoria con un convivio familiar. Fue un día de solo comer y no hacer otra cosa más. Primero me llevaron a un restaurant, el cual hace un año nuevamente fuimos, y me sorprendí al ver que su establecimiento es totalmente distinto al de esa vez.

Después de comer ahí, al llegar la tarde, fuimos ah cenar a otro restaurant de tacos, el cual estaba sobre avenida Montevideo, después no supimos hacia donde se cambio aquel restaurant.

El primer día de clases, nos dieron material y regalos para animarnos como estudiantes de nuevo ingreso, fui conociendo a los maestros poco a poco. A mí me confundían siempre con un “Correa”, mi apellido paterno casi siempre lo confundían con otros que comenzaban con la letra c.

Los maestros eran tan únicos, que muy pocos eh olvidado. La secundaria fue y será una de las mejores etapas de mi vida, desde mis compañeros hasta mis profesores. Fue una etapa en donde, como típico adolescente, descubrí y conocí tantas cosas tan especiales, las cuales marcaron día a día mi vida, y puedo decir que gracias ah estas experiencias en la secundaria, se forjo poco a poco la persona que hoy en día soy.

Amigos, maestros, prefectos, les agradezco infinitamente, por haberme permitido vivir junto a ustedes esa bella experiencia, la cual jamás olvidare.